martes, 3 de marzo de 2009

Abstracción de la realidad

Una metáfora enfermiza (y quizá algo esquizofrénica y paranoica) de lo que es la vida social y la vida en sí.

Un retrato muy abstracto de como veo ciertas cosas y que quizá no muchos (o nadie) pueda interpretar en totalidad.

Como toda expresión artística seguramente tendrá admiradores y retractores. Pero quien crea solo exhibe.

Espero lo disfruten en alguna forma, aunque sea bizarra, y dejen su comentario.

PD: Descuiden, no estoy loco aún, solo me gusta aparentarlo de vez en cuando, jaja.

Saludos para todos los que pasen por akí y espero hayan tenido o tengan un buen comienzo de año académico.

Kisses & Hugs 4 everyone!

-----------------------------------------------------------------------------------------------

Sospecho del pasado, me pregunto si en tanta niebla se oculta realmente una ciudad.

Abri los ojos y aún así no vi nada, porque todo estaba sumido es oscuridad.

Una chispa de gloria y la ilusión como guía fueron suficientes para enterarme que ante mí solo había una ruina.

Sentado bajo el arco que fue antes una puerta me apoyé y reí incansablemente con lágrimas en los ojos.

Estaba dentro, de eso estaba seguro, pero ¿dentro de que? Si no había nada.

Un ser luminoso se presente ante mí y me revienta la cara de un golpe

Me quedo mirando al suelo, adolorido, sobre un charco rojizo.

Escucho un canto a lo lejos, dice mi nombre, pero no quiero seguirlo.

Me acurruco sobre la tierra y me dejo ir, me duermo por mucho tiempo.

Despierto y todo está igual, más destruido quizá.

Tanto tiempo en la oscuridad había consumido mi propia forma.

Estaba deshidratado, en huesos, mi vestimenta desgarrada, sucia. Era un desastre.

Me puse de pie, decidido a encontrar una salida, pero caminé sin rumbo.

Finalmente me rendí, me acomodé donde pude, encerrado en mi propio círculo de piedras espere la daga que tomara mi existencia y la reemplazara por huesos y olvido.

Varios seres luminosos violaron mi espacio y me azotaron, reí con cada golpe, me desquicie y pedí más.

Todo me dolía y me ahogaba en sanguinolenta risa, lo disfrutaba hasta quedar inconciente.

Al despertar los seres seguían ahí, vigilaban mi cuerpo masacrado y al abrir los ojos todos me amenazaron.

Abrí los ojos, no me golpeaban porque me odiaran, lo hacían porque se preocupaban de que no me diera cuenta de que estaba vivo.

El dolor me recordaba que no que estaba vivo, sino que vivía para recibirlo, porque de mis caídas debía aprender a ponerme de pie y seguir.

Me levanté con el crujir de todos mis huesos, escupiendo sangre, sintiendo como borboteaban mis músculos al desgarrarse.

La niebla no despejó en lo absoluto con cada cojo paso que daba y los seres de luz se quedaban a mis espaldas mostrandome lo que habia avanzado en vez de ir adelante mostrandome el camino.

Lo entendía, no podían guiarme, pero si acompañarme y ayudarme a ver el pasado y comprenderlo.

Con el tiempo mis pasos fueron mejorando y los seres de luz dejaron de mantenerse alejados, ahora me cubrían con su luz y me permitían sentir su calor.

Me tocaban y me mostraban otra forma de darme cuenta de que estaba vivo.

Me habían dado un propósito simple: Caminar, aunque doliera, aunque significara destruir por completo mi cuerpo.

Estaba aquí para atravesar la niebla y las ruinas, mejorarlas de ser posible.

Dedicaba mis pasos a construir lo que pudiera y avanzar. Dejar señales y avanzar. Aprender y avanzar.

A veces algunos de los seres de luz se iban, pero otros aparecían en su lugar.

Otras veces lo hacían todos y caminaba por mucho tiempo a ciegas.

Sé que muchas veces erré el camino, otras veces vagué en círculos, completamente cegado y otras incluso volví sobre mis pasos y hasta me tropecé muchas veces con los mismos obstáculos.

Otras veces preferí no avanzar por miedo a perderme demasiado, a no comprender lo que había avanzado. Pero entonces comenzaban a aparecer los seres de luz y a azotarme una vez más. Realmente me querían.

Quisiera yo convertime en un ser de luz.

Sin duda azotaría a ese estúpido que se detiene.

¿Tienes alguna duda de que te quiere?

Desperté entonces acostado, sobre tierra, completamente mojado.

Todo rojo a mi lado. Un dolor punzante. Una daga asomada desde mi pecho. La tomé y saqué de ahí, un chorro sanguinolento cubrió el cielo, me di vuelta aún sangrante, todo un desastre.

Me puse de pie y cubrí la fisura con mi mano. Caminé hacia ningún lado.

Estaba feliz, ya no había niebla o ruinas. Solo verdes prados y colinas.

Todo estaba dispuesto para construir una nueva forma de vivir.

Los seres de luz no volvieron, incluso cuando me puse a descansar. Solo algunos seres con los que tuve muchas oportunidades de conversar. Me ayudaban a construir y nos reíamos al caminar.

Aunque de vez en cuando me miraban feo e igualmente me pateaban y yo los dejaba.

Y yo también podía! A veces lo hacía, cuando hacerlo creí que debía.

No había duda, los quería y me querían.

Esto tenía que ser algo así como el cielo, porque definitivamente arriba de mí solo estaba el suelo.


************************************************************************************

No hay comentarios: