miércoles, 12 de noviembre de 2008

Sintesis de formas y leyes

Hoy stev me decía que lo que más le molestaba de mí era el que no tuviera una identidad, una forma fija o permanente de actuar. También agregó que le molesta que hable tanto y use tanta sutileza en vez de ser directo y expresar de inmediato, en palabras, cuando algo me molesta y no solo con gestos o actuaciones. Y por último, el que tomara todo tan en serio y que tratara los problemas con todos como si se tratara de una pareja.
¿Qué crees que respondí? Pues, toda la verdad. En síntesis. Mi identidad más general y conocida es la del cambio, una identidad por situación. Expresión real, tal y como lo sienta, hasta que el entorno me pide una diferente. (Si ando mal y viene un grupo de gente a saludar o a jugosear, claro que debes sonreír y mostrarte alegre, tan pronto la euforia acabé se comienza a buscar por una solución). Por la misma razón y en defensa del buen ánimo o estado de los demás, la sutileza es mi opción, pues el generar daño en otros por un interés propio me parece egoísta, a menos que esa persona tenga tu confianza o te pida saberlo, sin presionarte demasiado (pues muchas veces hace falta hacerlo). Y bueno, sí, es cierto. Para mí no tiene diferencia un conflicto entre amigos y uno de pareja. Conflicto es conflicto, se rompe el vínculo de enlace mientras no se llegue a un acuerdo, aunque esta no sea una solución.

Mis formas (identidad) y mis leyes son cosas distintas y aisladas. Mi identidad es lo que se ha formado o lo hace gracias a emociones sin mucha razón, en cambio las leyes son cosas razonadas. Debido a que mi identidad es cambiante, mis emociones también lo son. Por eso lo importante y estable para mi, son las leyes. Y esas se basan en mis ideas y percepciones propias y las que "estudio" de los demás.
No es cierto, como stev dijo, que mi objetivo es caerle bien a todo el mundo. Hay más gente que no me interesa que la que sí. Pero si me importa no hacer nada para caer mal, aunque finalmente igual lo haga. La idea es caer bien o simplemente no caer (ser neutral).
Mis leyes se basan en mis necesidades innatas (necesidades psicoemocionales, quizá lo más estable de mi identidad) y en lo que inventé como ley para mis relaciones, los ya muy conocidos (al menos entre mis amigos) "cinco pilares".
Confianza, lealtad, fidelidad, comunicación y pureza.

El recibir críticas injustificadas o con bases mal informadas, los periodos extensos de silencio, el que no se confíe en lo que digo sin motivos claros para hacerlo, el no tratar mediante palabras los problemas más severos, que la duración del lazo no se convalide con la confianza en él, el actuar en pos de una reconciliación o mejores e ignorar al otro por interés propio de manera injustificada o sin un aviso anticipado de un cambio.

Son, para mí, casos de traición. ¿Leyes estrictas? Quizá... pero son las que he cruzado y superado.

A fin de cuentas, la acción que deseo realizar con mayor prontitud, es intentar frenar la cantidad de cambios en los mismos períodos de tiempo y el dejar de mostrarme "mamón".
Quería probar todos los cambios con la misma persona fuente de mi afecto y decepción, pero considerando la actual imposibilidad, me arriesgaré a hacerlo de manera general.

Dejo como dato, el recordarles que las palabras "idiota" e "imbécil" son insultos sutiles, no violentados, según definición de diccionario y como uso social general. Por lo que no considero fuertes en expresión.
Por otra parte, la palabra "estúpido" en el sentido de nietzche, es un "insulto/halago" ya que no niega lo tonto del acto, pero lo justifica con ser un acto basado es amor.

"El mejor disfraz del egoísmo, es un amor contaminado"