viernes, 29 de agosto de 2008

Un mamón sin remedio y un obsesivo enamorado.




Un mamón sin remedio y un obsesivo enamorado.

La combinación de esas dos cosas me generan. Mis filosofías, mis alegrías, mis penas, mis lágrimas, mis conceptos, mis amistades. Todo giran en torno a esas dos características.

Hoy caminaba por el paseo ahumada, me topo con muchos alumnos del instituto nacional ofreciendo “abrazos gratis”. Paso al primer grupo y un chico me ofrece un abrazo, bajo la mirada y me río. Paso de largo. – Soy un tonto... necesito desesperadamente un abrazo y lo dejo pasar. ¿Por qué me avergüenzo? ¿Es que acaso lo que proclamo es mentira? Voy a devolverme... no... mejor no... ya pasé de largo... maldita sea... – Continuo mi paso, cabizbajo, deseo demasiado que me abracen. Me detengo como sintiendo que algo va a pasar. Un chico desde la orilla se me acerca y me habla. Me saco los audífonos con aquella triste melodía y le escucho decir –¿Te puedo dar un abrazo? – Respondo con un frío – Claro – Y extiendo mis brazos como niño que quiere que lo tomen en brazos. Me abrazan y yo le respondo. – Que buen abrazo, amigo – Me dice aquél alto chico. – Gracias – Nos decimos mutuamente antes de soltarnos. Levanto la mirada para verle y le sonrío, luego continúo mi camino. Miro al cielo y me siento peor. Recuerdo momentos y personas que ya no están y que solían abrazarme con cariño... – Quiero... quiero más... – Continúo mi andar por aquél largo paseo y antes de poder reaccionar, otro chico salta ante mí con los brazos abiertos. Me sonrío sin disimulo y abro mis brazos para recibir un nuevo abrazo. – Ah... ojalá pudiera ser así todos los días y con todos... No hay nada mejor que un abrazo... – Pensaba. – Gracias por el abrazo – Le digo al soltarlo. Ahora es él quien me sonríe. A lo cual respondo de igual forma, aunque apenas me doy vuelta siento un nudo en la garganta. Llego hasta la estación plaza de armas, había estado todo el camino desde universidad de Santiago escuchando las mismas tres melodías... recordando... pensando... preguntándome... sintiendo dolor, abandono, soledad...

Un mamón sin remedio que busca la fraternalidad porque lo único que quiere realmente en el mundo es sentirse apreciado, porque realmente lo único importante y lo único que lo mantiene con vida es tener esa posibilidad de sentir que los que lo rodean lo miran, quieren y protegen como él quiere hacerlo con todos. Vive, estudia y crece para poder crear y educar a nuevos seres que busquen ejercer esos afectos con todos. Porque quiere enseñar y ser enseñado.

Un mamón que habla cursilerías porque no encuentra en sus propias palabras lo que realmente siente por los demás, por sus amigos, por sus hermanos, por su familia, por la humanidad.

Un mamón que por más que pueda llegar a odiar a alguien porque le hizo algún tipo de mal siempre termina sintiéndose mal, siempre termina queriendo solucionarlo y busca acercarse una vez más. Para ver si la convivencia puede volver a nacer y así el aprecio llegue y el abrazo sea cotidiano.

Un mamón que se siente culpable de todo conflicto incluso cuando no puede ser más inocente... solo porque quizás se podía hacer algo para evitar... la distancia.
Un obsesivo enamorado... que cuando siente que alguien le entrega afecto ya no quiere perderlo. Pues aunque sabe que no debería, prefiere entregarle a cada persona importante, desde amigo hasta novia, sea chico o chica, niño o anciano, un fragmento de su dependencia. Entregándoles la capacidad de controlar parte de sus emociones. Como aquél niño que sabe que si llora, alguien llegará para consolarlo. O que si hace algo malo, alguien le hará arrepentirse y llorar.

Un obsesivo enamorado... que entiende que el amor combinado con la fraternalidad puede ser tan poderoso con un amigo, como lo sería con una pareja. Y sufre, llora y se desespera cuando aquellos que quiere, aquellos que ama prefieren alejarse. Y no comprende... desgastándose con la eterna y más difícil pregunta existente... “¿Por qué?’”

Un obsesivo enamorado... que espera demasiado de todos, aún cuando todos le dicen aquello que él sabe de sobra... que no debería hacerlo. Pero prefiere vivir eternamente engañado antes de aceptar que el mundo es frío y jamás querrá abrirle los brazos para finalmente rodearlo con ese calor que él tanto desea... y le protegerá de todo mal que le aceche...

“El corazón es un niño, espera lo que desea”.

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jueves, 28 de agosto de 2008

Metáforas

Este escrito lo acabo de hacer, antes de dormir. No lo revisé ni estoy muy seguro de que tema trato realmente, imagino que una combinatoria entre tonterías y temas sociales, como cuando escribo dando jugo vencido, porque ni yo tiendo a reírme, jejeje.
Ahí va, si luego me arrepiento o lo edito, que así sea, ahora no me doy la molestia.

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Metáforas

Hay metáforas simples y otras muy complejas. La gracia es que tienen múltiples interpretaciones, lo que a la vez es también una desgracia, pues dificulta que se entienda bien el mensaje original o real. Lo sé, porque me gusta hablar usándolas y he tenido una cantidad infinita de problemas por ello. En resumen las metáforas son “un arma de doble filo”. (Sirven para hacer daño, pero también te dañan a ti) [Sirven para cumplir un propósito externo, a coste de pagar algo propio]

Hay algunos que son muy cliché o cursis como “Tus ojos de rubí” (Tus ojos intensos) o “tus cabellos de oro” (cabello rubio). Pero hay otros que pueden ir siendo creados al paso de los días o en un instante. Es cierto que no todos son buenos, pero son.

Mi mejor metáfora... “hermano”. Para mí, un hermano es aquél que merece tu afecto, apoyo, comprensión, atención y que merecen aquello que los amigos no pueden tener pues para ellos se llega hasta el “te quiero mucho”, amor y que a cambio te pagará con “la misma moneda” (será retribuido, mutuo). Quizás no de la misma manera, ni con la misma intensidad, pero lo harán.

En ese contexto, podríamos decir que “amor” también es una metáfora. Ya que no soy capaz de entregar amor verdadero y completo. No entrego amor sin egoísmo, ya que al entregarlo no espero que el otro lo reciba y ya. No. Exijo que se me de lo mismo o cuando menos algo similar a cambio. De otro modo comienzo a sentirme “rechazado” o “solo”. Y comienza una búsqueda por intentar entender en que estoy posiblemente fallando para que se me niegue.

Ahora, no es que me sienta rechazado como desplazado, sino que es una metáfora. “Rechazado” en el sentido más concreto de que no estoy siendo “exclusivo”. Lo cual a su vez es una metáfora, ya que si pidiera exclusividad, estaría privando a la contraparte de hacer lo que exijo que a mi se me deje hacer, ser “libre”. Lo que yo pido en realidad, son instancias de unicidad. En que yo, sea yo, y no parte de un conjunto. Que en algún momento se pueda decir a los demás, con honestidad. – Que bueno que los veo, pero hoy vine a ver al gera – Aceptando, claro, que otros días a mí se me diga que vienen a ver a otra persona. Esto no implica un rechazo al resto, en lo absoluto, solo generar esa idea psicológica que provoca que la acción tenga potencia, el decir –Es POR TI que hago todo esto -. Lo hago porque tengo la opción de hacerlo, me nace y quiero hacerlo para que seas feliz y te sientas querido, para que te sientas importante y necesitado, porque soy “libre” de hacerlo.

Y esa es la “libertad” que todos tenemos. No somos libres de hacer lo que queramos, porque hay que seguir patrones, leyes, normas, reglas. Pero somos libres de hacer lo que queramos dentro de ellas, y es que existen aunque no te las impongan, porque basta un mínimo de conciencia para saber en qué parte “la herida es más dolorosa”, en que momento el “olvidar” no es posible. Y cuando “vete” no es más que un grito desesperado de atención, que tan solo desea el regreso.

Impresionante como todas las palabras en metáfora pueden significar sutilmente su opuesto, ¿no?

Por eso la “verdad”, es la mayor mentira que hay. Porque ni uno mismo puede saber si dice la verdad. Quizás... mañana sea mentira.

“Mañana será otro día” (Lo mejor puede estar por llegar)

lunes, 11 de agosto de 2008

Deseos

¿Qué se puede decir sobre los deseos? Son simplemente algo que queremos y no siempre se cumple. Pero ¿por qué se pesimistas? ¿por qué perder la fe? ¿por qué rendirse sin haberlo intentado?
Si te rindes antes de haber comenzado, amigo mío, vives muerto o moriste antes de haber vivido.
Todos debemos vivir alegrías y dolores, aprender a vivir, aprender a desear y luchar por ello. No hay más.

Esta canción no tiene ritmo fuera de mi imaginación y aún así, no está completo porque la escribí recién. Tras despedirme de un buen amigo. Por suerte, solo fue un buenas noches...

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Eternal Kid (Gera) - Deseo
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Estrofa 1:
Deseo acelerar el tiempo
Para volver al día dorado
Para ver los colores del negro
Para estar una vez más a tu lado

Deseo que las aves canten
Para saber que pronunciar
Para que al volar agiten el viento
Y pueda sentir una caricia en mi rostro.

Coro
Todo es una composición, una mezcla
De simplezas reunidas
En cosas tan complejas
Complejas como la vida

Estrofa 2:
Deseo poder dar mil pasos
Para que mi corazón se agite
Para aprender a percibir los ritmos
Para acercarme a lo que amo.

Deseo que la marea suba
Para poder ahogar mis problemas
Para que naveguen todas mis dudas
Para mutar con el agua y no respirar más.

Coro 2
Todo es una composición, una mezcla
De complejidades divididas
En cosas tan simples
Simples como la vida.

(Instrumental)

Deseo conocer el silencio
Para poder callarlo
Para con mil palabras opacarlo
Para poder decir lo que siento.

Coro
Todo es una composición, una mezcla
De simplezas reunidas
En cosas tan complejas
Complejas como la vida

Coro 2
Todo es una composición, una mezcla
De complejidades divididas
En cosas tan simples
Simples como la vida.

Como la vida...

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