sábado, 23 de enero de 2010

Shikai - Capitulo 5

Este capítulo habla sobre la naciente amistad entre un chico misterioso y de apariencia triste. Y otro explosivo y social que de pronto desea integrarlo a sus círculos (aunque al final se darán cuenta de que no es así como se ha mostrado). Me recuerda amistades y situaciones de mis propias relaciones. Quizá hasta algo puedan extraer para su vida diaria. Dedicado a mis amigos :3

- - -

Las calles eran iluminadas por cientos de largos hilos que colgaban por las calles como tendido eléctrico. Todo denotaba un ambiente de celebración, las decoraciones parecían navideñas con tantas luces multicolores parpadeando. Tantas, que abrir los ojos mirando directamente hacia ellas era todo un desafío. Por diversos altoparlantes, situados estratégicamente de modo que todos pudieran oír con claridad, se escuchaba alegre música en la que predominaba el acordeón como voz principal, dando un tono alegre y fino, como si se tratara de un tango o una balada francesa, un galo.

Por las calles andaban parejas abrazadas con calidez y grandes sonrisas, algunos con uno o varios pequeños que jugando alrededor corrían entre risas por las calles que habían sido cerradas para los vehículos para permitir un libre deambular de los visitantes, quienes podían detenerse en los diversos puestos de juegos o comida que habían sido instalados por las mismas personas que atendían y gritaban ofreciendo los productos o servicios que mostraban una gran dedicación y preparación para la ocasión. Ni un solo puesto mostraba precariedad por más modesta que fuera la oferta.

Todo opacaba aquél cielo oscuro, tan negro, que ni siquiera las brillantes estrellas lograban hacerse notar con su intensa luminosidad. Sin embargo, nadie notaba el extraño suceso y tampoco nada mostraba algo por lo que pudiese alguien preocuparse.

Entre toda la gente, un chico, el único que no sonreía avanzaba a paso lento. No miraba con odio o alegría. Llevaba en sus ojos una mirada y expresión neutral, aunque inquisidora, como si deseara comprar todo lo que veía, analizándolo todo en detalle, observando cada detalle. De esas personas que serían toda una amenaza para aquellos que intentan ocultar ese defecto en la piel o el agujerito en la ropa.

A su alrededor generaba una extraña sensación de amenaza y se observaba un extraño fenómeno: Los niños que corrían felices jugando con sus pares miraban con cierto temor y regresaban por donde venían o hacia sus padres. Los adultos, por otra parte, solo cruzaban arrojando una mirada de advertencia, como si detectaran innatamente una posible agresión hacia los que deseaban defender o a sí mismos.

Pero nunca falta quien es la excepción. Un niño de mirada inocente y de apariencia bastante débil se le acercó. Entonces, como solía hacer, el chico de mirada triste arrojó una ligera sonrisa buscando generar la simpatía que mostraba más naturalmente como defensa ante sus carencias y dudas, aunque sin saber el verdadero motivo por el cual lo hacía. El pequeño también le sonrío a ojos cerrados. Sin embargo, cuando cruzaron miradas, el pequeño cambió su sonrisa por una expresión de pánico y sin saber por qué golpeó al extraño chico y luego escapó, perdiéndose entre la gente.

- ¿Te has peleado con tu amigo? – Preguntó un chico de expresión alegre que apareció de la misma forma como apareció el pequeño, de entre la gente y de sorpresa.

Ante este pregunta el chico de mirada neutral comenzó su típico torbellino de ideas fugaces y respuestas inalcanzables. De alguna forma, era una defensa, pero también un problema para quién era su interlocutor quien no se sabía siquiera oído. Sin embargo, esto no parecía importarle demasiado al alegre muchacho.

- ¿No eres de muchas palabras, amigo? – Dijo notando que este título causaba una expresión de asombro que cambió la expresión neutral del chico – Bueno, supongo que puedes solucionar el problema luego, pero no tardes demasiado o podrías perderlo. Bueno, regreso con mis compañeros. ¡Diviértete! –

Tras decir esto, sacó la mano que permaneció durante todo ese rato en su bolsillo y la levantó, dando la espalda, a forma de despedida.

- Espera – Dijo a muy bajo volumen el chico volviendo a su mirada neutral. Lo cual hizo que el muchacho alegre girara la cabeza para escucharle.

- ¿Eh? ¿Necesitas algo? –

- No. Solo… - Dijo antes de caer en un silencio incomprensible.

Entonces el chico alegre se volteó completamente, avanzó lentamente hasta el chico temeroso, que ahora se veía algo nervioso, y le abrazó. El calor que transmitía era fuerte, por alguna razón generaba una sensación de protección y el chico lo sabía. Así como también sabía, por obviedad, que este chico de mirada atemorizada se sentía desprotegido.

- Yo… - Intentó decir entonces el chico abrazado.

- No es necesario decir nada en este momento, entre nosotros acaba de nacer un lazo que habrá que proteger, si tu también deseas hacerlo, claro. A ver… - El chico alegre se interrumpió, soltó al chico abrazado y metió su mano al bolsillo.

Tras indagar un poco en su bolsillo sacó un puñado de cosas, entre las que habían varias cosas bastante inútiles para la gente común: Una pequeña linterna, más pequeña que un dedo, un papel en blanco, una figurita de plástico, unas cuantas monedas y un celular. Esto hizo que del chico temeroso se escapara una pequeña risita. “Qué tipo más desordenado” fue lo que cruzó su mente. El chico alegre también dejó escapar una sonrisita mientras miraba en la pantalla de su celular.

- ¿Me das tu número de teléfono? Así podemos vernos otro día y conversar un rato para conocernos mejor. ¿Te parece una buena idea? –

El chico silencioso sacó entonces de su bolsillo su celular. Y le entregó el aparato al chico como forma de asentir. Entonces, el chico tomó el celular y comenzó a agregarse como contacto diciendo los números en voz alta. A su vez el silencioso muchacho repetía los números una y otra vez en su mente, memorizándolos. Tal acto causó, ahora, una risa en el alegre.

Entonces, sin ninguno buscar realmente hacerlo, ambos chicos cruzaron sus miradas, deteniéndose justo sobre los ojos del otro. El chico silencioso se mostró nervioso ante la situación, sabía lo que seguía y comenzó un ligero tiritar en sus manos, dejó por un instante de respirar. El chico alegre, por su parte, también dejó de respirar y se paralizó por un instante.

Un silencio incómodo llenó el ambiente, al menos esa fue la sensación en ambos. Todo desapareció entre ellos, como si todo se oscureciera dejando ante cada uno, solo la presencia del otro. Mentalmente, sin decir nada, ambos escucharon en sus mentes como si el otro preguntara: “¿Cuál es tu nombre?”. Y observaron un hilo luminoso que salía de uno, hasta conectar con el otro, un lazo entre ellos.

En un susurro ambos dijeron “estamos conectados”. Y al decirlo, todo pareció volver a la normalidad. Ninguno dijo nada, el chico alegre le devolvió el celular al chico de mirada neutral y tras poner una de sus manos en el hombro, al igual que la primera vez, levantó de espaldas una de sus manos y se alejó una vez más, pero esta vez, corriendo.

El chico de mirada neutral miro como ese nuevo amigo se alejaba a paso veloz, desapareciendo entre la gente. Y se sonrió. Bajo entonces la mirada hacia su mano. En su celular observó “Hialek :P”. Y bajo esa línea el número de teléfono del amigo que acababa de hacer y que ya había memorizado.

El cielo, antes totalmente negro ahora dejaba entrever unas cuantas estrellas que brillaban débilmente. Algo en la oscuridad del mundo había cedido ante esa calle que aún brillaba en tonos multicolor, con el sonido de risas infantiles jugando. Los niños ya no temían. Y aunque el chico seguía solo y sin poder decidir nada, por alguna razón aunque aún se sentía solo, veía el mundo diferente. Quizá el cielo no debía ser negro, pero definitivamente debía ser más oscuro que azul.

Shikai - Capitulo 4

Este capítulo me molesta mucho y creo que necesita una fuerte edición al final... y desde él, he pensado en reeditar los capítulos anteriores también. Pero como por ahora no cuento con el tiempo suficiente y he tardado mucho en sacar nuevos capítulos, postearé la versión que tengo hasta ahora y agregaré también el 5 que es una versión más definitiva.

Este capítulo muestra el lazo que hay entre Serech e Imation y revela también lo que es el líquido negro y quien podría convertirse en el antagonista de la historia. Precisamente por la importancia de este capítulo es que me sigue molestando lo flotante que está el final.

- - -

Desde lo alto del rascacielos que tapaba con su magnificencia a la luna creciente en el firmamento, una corpulenta sombra cayó generando un fuerte estruendo al llegar hasta el suelo. Aquél ser, que de ser normal habría muerto al instante, se levantó sin dificultad mirando con furia a su alrededor. Su agitada y profunda respiración era evidencia de que aquél ser acechaba a su presa.

- Deja de ocultarte vil cobarde – Gritó con dura y poderosa voz.

Frente a él, a gran velocidad cruzó una sombra que no se dejó ver. A paso rápido el corpulento ser comenzó a perseguirle revelándose ante la luz de la luna el brillo de sus perfectamente forjados puños de acero, su arma predilecta. En un cierto instante se divisó con claridad como la veloz sombra subía rápidamente por uno de los edificios corriendo por las murallas como si de pronto lo horizontal y lo vertical se hubieran invertido. Rápidamente el perseguidor reemprendió carrera tras ella clavando sus puños con fuerza brutal en la muralla para ascender hasta la azotea. Su velocidad era igualmente impresionante, entre golpe y salto casi alcanzaba a la sombra, quien se vio obligada a doblar la marcha.

Al llegar arriba la sombra le miró por un instante revelándose por un instante su silueta. Un escalofrío le recorrió la espalda al poderoso cazador cuando su presa le arrojó una mirada penetrante, como si le advirtiera que no debía perseguirle más. Por un instante el cazador se vio paralizado, dubitativo.

- Imation, no le dejes escapar – Se escuchó desde lo alto, sacando al cazador del trance.

Saltando desde una azotea superior a aquella donde cazador y presa se encontraban, un segundo perseguidor se abalanzó ante la silueta, cortando el aire con una brillante espada. La sombra reaccionó con velocidad para continuar su fuga.

- Serech, maldita sea, ¿dónde te habías metido? – Dijo Imation mientras apretaba con fuerza los puños reiniciando la marcha tras la sombra.

- He estado todo el tiempo dando soporte desde lo alto, si se te pierde de vista al menos podré seguirle yo – Dijo mientras también retomaba la marcha saltando desde una azotea a otra, casi paralelo a Imation.

Con solo una ligera sonrisa Imation dio a entender que le parecía una buena idea. Continuaron así por buen rato, saltando edificio por edificio, bajando y corriendo un instante por las calles, corriendo sobre los muros violando toda ley física. Definitivamente había en ellos algo sobrenatural. A pesar de ello, parecían abusar de tal poder. Donde fuera que su presencia cruzara por un instante, una estela de destrucción se iba creando. Irrumpían con tal fuerza, velocidad y poder, que donde ponían un pie dejaban un agujero, una grieta o un vidrio roto. La sombra en cambio, parecía tal. Era silenciosa, veloz y no dejaba una sola señal de su paso. Ambos cazadores sabían que si le perdían de vista, sería definitiva su derrota. Es por ello que sin decirlo a viva voz, ambos tenían claro que encerrarle era el objetivo y por eso la persecución era en dirección al nuevo rascacielos en construcción.

En una de las oportunidades, los cazadores se creyeron vencedores al ver que la sombra se adentraba en un callejón cerrado por un edificio tan alto, que la oscuridad dejaba vislumbrar solo las partes que no eran ensombrecidas por los edificios adyacentes. Con el espadachín cubriendo las posibilidades hacia lo alto y el poderoso gigante cubriendo la única salida era una presa fácil.

- ¡Ya te tengo! – Gritó Imation con furiosa voz, declarándose victorioso.

Justo al acabar su griterío, se arrojó sobre la sombra de un solo salto pero demasiado alto.

- ¡Idiota! Dejaste que pasara por debajo de ti – Gritó desde lo alto el espadachín.

Sin embargo, la sombra no aprovecho tal oportunidad. Solo levantó la mirada sin dejar que la luz descubriera su rostro y dejó ver el brillo de sus ojos y sonrisa justo antes de extender ambos brazos y en un movimiento lento, extendió los brazos y su cuerpo se desfragmentó atravesando de improviso la pared que le encerraba.

- ¡Bastardo! – Gritó con furia Imation, golpeando con sus puños el aire.

- ¡Estuvimos tan cerca! – Respondió con tono igualmente molesto el Serech quien resignado guardó su espada – Vámonos, ya no podemos hacer nada -.

Tras la triste escena, Serech, saltó desde lo alto junto a Imation quien, algo más calmo, encaminó por las tantas calles que hace solo un instante habían sido víctima de sus pasos. La noche, la soledad y el silencio parecían ser los únicos habitantes de aquellos lugares devastados y la oscuridad la única dispuesta a acompañarles. Parecía como si la gente, de pronto, no viviera. Ambos daban cada paso sin decir nada, dejando que el silencio rotundo de la ciudad fuera interrumpido solo por el eco de sus pasos y lo agitado de sus respiraciones y palpitaciones.

Al menos así fue hasta que un estruendo potente, una suerte de explosión, se extendió silenciosa en forma de una fuerte ráfaga de viento, seguido de una extraña luz de un color carmesí intenso, como una estela sanguinolenta en el cielo que acababa en un pequeño hilo sobre el rascacielos hacia el cual intentaban encaminar a la sombra.

- ¡Ahí está! – Gritó envuelto en ira, Imation, mientras corría con igual sentimiento hacia la enorme construcción.

- Como lo suponía, supo desde el inicio que lo intentaríamos llevar hasta el nuevo rascacielos para atraparlo –

Todo tras eso fueron jadeos por la increíble velocidad que habían retomado para llegar hasta la enorme estructura en un tiempo reducido utilizando la misma estrategia previa, un en lo alto y el otro en la tierra. Ambos temían no ser lo suficientemente rápidos como para evitar que la sombra huyera antes de alcanzarle, por eso su coordinación resultaba ser tan eficaz. Solo por un instante se perdió la calma interna que les permitía esa conexión, un instante en que la sombra les miró intensamente, transmitiendo una energía negativa tal, que un escalofrío les recorrió a ambos la espalda. Sin embargo no frenaron o redujeron marcha hasta llegar a los pies de la construcción. Serech en varios impresionantes saltos ascendió con facilidad por cada uno de los niveles de las vigas aún expuestas e Imation en su brutalidad típica de enfado subió como de costumbre, con golpes de puños en los muros.

Al situarse, en la cima, el uno frente al otro en las esquinas diagonalmente opuestas, desde el cielo la estela rojiza cayó convertida en líquido, como si se tratara de un enorme río de vino, sobre la incompleta azotea, escurriéndose por las rendijas y desbordándose por todos los lados del edificio de manera casi uniforme, como si se tratase de una enorme fuente.

Toda la oscuridad del cielo cayó como si se tratara de un trapo tapando la luz del sol, el cual desde ese instante había comenzado a iluminar la gran ciudad, transmitiendo calor sobre todo e incrementando el que los cazadores ya tenían por la enorme presión y un sentimiento de malestar febril.

Un extraño chico estaba en lugar de la extraña sombra, este extendió sus brazos tal como antes la sombra había hecho para desintegrarse y se observó cómo la gente cercana comenzaba a marearse y desmayarse.

- ¿Qué demonios está haciendo? – Gritó con su característica fuerte y grave voz.

- ¿Los está…? –

Antes de que Serech pudiera terminar su frase, cayó en el desvanecimiento no sin intentar resistirse por un instante, e Imation comenzaba a perder la visión de todo color, incluso se comenzaba a ver obligado a cerrar los ojos para atenuar un poco su malestar. Sin embargo alcanzó a percatarse del terrible suceso a su alrededor.

- La gente se está… - Una punzada en el costado de su abdomen le hizo interrumpir la frase.

- Derritiendo – Dijo con sombría voz aquella sombra que habían perseguido hace unos instantes y que hasta ahora había vuelto a aparecer de la nada tras el chico, quien ya había notado su presencia y por ello su pie estaba ya sobre la víctima de su feroz patada.

Para esas alturas, Imation ya había caído al suelo, sin embargo su orgullo y gran fortaleza evitó que perdiera la conciencia, aunque ya lo único que podía percibir eran las voces del chico y la sombra entrecortadas por el pitido que su alta presión generaba.

- ¿No te dije que me esperaras para realizar esta clase de actos? - Alegó la sombra.

Imation no podía creer lo que oía, menos al ver como se habían atacado mutuamente, ¿es que acaso estaba aliado con ese extraño chico?

- Te dije que yo podía colaborar y usar también mi poder y a los miembros de la organización si era necesario. ¿Por qué actúas tan egoístamente? Siempre precipitado, ¿no te dije que comunicarse era prioridad? –

El chico entonces bajo los brazos y luego descendió molesto hasta la azotea, se volteó para mirar con una mirada llena de odio a la sombra y entonces le dio un golpe a la altura de lo que se presumía el estómago. La sombra ignorando totalmente el ataque, el cual no le había afectado en lo absoluto, puso su mano sobre la cabeza del chico mientras avanzaba hacia el corpulento ser que Imation era.

- Vaya, hasta has hecho caer al famoso Imation, que enorme poder has desarrollado – Dijo agachándose junto a Imation para verle más de cerca.

- ¿Cómo es que sabes mi nombre? – Preguntó con gran esfuerzo Imation.

- ¡Qué sorpresa! Aún estás consciente, esa es otra gran prueba de toda la capacidad que tienes mi gran amigo –

- Jamás sería amigo de alguien como tú –

- Vaya, bien dicen que la fuerza se paga con inteligencia. Pensé que para estas alturas y tras toda la cacería ya te habías percatado – Apenas dicho esto, la sombra estalló reducidamente convirtiéndose cada indicio de su forma de sombra en plumas luminosas que le revelaron con una chaqueta de cuello alto, negra y una sonrisa que se contrastaba con ella.

La sorpresa y la debilidad fueron demasiado para Imation quien ya había perdido toda fuerza que aún le mantenía despierto. Y cayó antes de cansancio que de inconsciencia, sin duda su fuerza era legendaria, pero algo faltaba, algo que le permitiera comprender como utilizarla sin perderse en la euforia o en el exceso de confianza. ¿Cómo confiar ante tanta incertidumbre?